jueves, 25 de junio de 2009

SEVEN POUNDS 2009


SINOPSIS:
Ben Thomas (Smith) es un agente del fisco dedicado a la poco agradecida tarea de reclamar a los insolventes el dinero que deben al Estado. Sin embargo, parece un buen tipo, más preocupado por la situación personal de los morosos que por las posibilidades de los deudores de saldar sus cuentas con el Gran Hermano. Curioso, prácticamente inverosímil. Y es que Thomas esconde un secreto… Una abismal, ineludible y trágica culpabilidad es el motor principal de “Siete almas”, una arriesgada propuesta rendida desde su mismo arranque a la capacidad de su protagonista para lograr la empatía del espectador. Arriesgada, porque se obvia totalmente la presentación del personaje, de suerte que el despiste es la nota imperante durante buena parte del metraje, losa en cierta medida insalvable por mucho que una emotividad desgarrada pero contenida impregne una historia en la que las relaciones entre los participantes de la obra tardan una eternidad en ser dibujadas totalmente. Así, caminamos de un lado a otro junto al eje del drama, sospechando con mayor o menor acierto ─muchos atisbarán su motivación en los primeros rollos del film─ qué se esconde tras su errática pero férrea disposición caritativa, casi mística, volcada en la ayuda a un prójimo para él anónimo pero siempre sufridor.


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